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Reseña de “Succession”: Temporada 4 – Episodio 3
El capítulo de «La boda de Connor» será recordado como uno de los momentos culminantes de toda la serie gracias a un inesperado giro que cambia el rumbo de la trama este verdadero hit de HBO.
¡Cuidado con los spoilers! No continúe leyendo esta crítica hasta que haya visto el tercer episodio de la cuarta temporada.
Aunque todavía quedan siete episodios para el desenlace final (hasta ahora, solo se han emitido tres de diez), Succession ya ha tenido un desenlace sorpresivo con la muerte del patriarca, el líder y el gran manipulador de la familia, Logan Roy (interpretado por Brian Cox). La repentina desaparición de Roy marca el fin de una era a raíz de un giro inesperado y conmovedor que cambia completamente el rumbo de la serie.
Muere el rey
Desde su inicio en junio de 2018, la serie ha explorado los problemas de salud de Logan, pero a pesar de que a menudo parecía cansado e incluso hastiado de la titánica lucha por el poder, siempre encontraba la energía para iniciar una nueva batalla, encarar una negociación y establecer nuevas alianzas (o traiciones).
Aunque se trate de una narrativa coral, el padre era el eje central de la historia: todas las alianzas y conspiraciones giraban en torno a él, era el motor, el corazón de la narración, el planeta principal alrededor del cual orbitaban sus hijos, su ejército de asesores, sus posibles clientes y sus múltiples enemigos internos y externos.
La serie Succession sorprendió a todos cuando todo parecía indicar que se avecinaba una nueva traición. En las vísperas de la venta de la corporación Waystar Royco al gigante tecnológico GoJo del magnate sueco Lukas Matsson, Logan intenta «seducir» a Roman de Kieran Culkin. Sin embargo, el showrunner y guionista principal, Jesse Armstrong, cambió completamente la trama al presentar una muerte poco convencional.
Logan colapsa en el baño del avión en su viaje a Suecia, pero nunca lo vemos con claridad. Solo se aprecia que le están haciendo masajes cardíacos mientras Roman, Kendall (Jeremy Strong) y Shiv (Sarah Snook) se dirigen en un barco hacia la Isla de la Libertad para asistir al casamiento de Connor (Alan Ruck) con Willa Ferreyra (Justine Lupe), que se menciona en el título del episodio.
Una llamada
La historia se desarrolla a través de la narración telefónica de los hermanos sobre lo que ocurre con Logan. El resultado es una experiencia emocional y psicológica intensa, con una gran variedad de emociones y sentimientos expresados por los talentosos actores, como la culpa, la negación, el llanto, el rencor, el resentimiento, el reproche, el arrepentimiento, la frustración y el amor.
A pesar de que la recta final de Succession es incierta, lo cierto es que todo ha cambiado después de esta muerte poco convencional. Los hijos ahora tienen la oportunidad de hacer y deshacer sus vidas y negocios sin la presión paterna. Aunque el fantasma de Logan siempre estará presente en la serie, ya que se sabe que volverá en varios flashbacks, ahora los hijos tendrán que luchar para ver quién se quedará con el poder y asumirá el liderazgo vacante. Como siempre, en Succession, lo mejor siempre está por venir.