Salud
Nutricionistas aconsejan fortalecer el sistema inmune en tiempos de frío
Las bajas temperaturas obligan a hacer ajustes en la alimentación y la hidratación del cuerpo.
Las bajas temperaturas comienzan a ser una constante y con ellas aparecen nuevas necesidades para fortalecer nuestro sistema inmune. En este sentido, especialistas en nutrición recomiendan una alimentación saludable, rica en vitaminas y proteínas para mantener sana la flora intestinal que tiene una conexión directa con el sistema inmunológico. Eso ayudaría en gran medida también a la prevención del virus que por estas horas causa estragos en todo el mundo.
En otras palabras, en este contexto de pandemia y de frío, se hace necesario preservar al máximo el sistema inmune, no solo por el riesgo de contagio de covid sino también por las infecciones propias de la temporada de otoño e invierno. Esto será posible si se mantiene una alimentación balanceada. Y con «balanceada» los nutricionistas se refieren a los aportes necesarios para una salud y organismo fuertes.
Los expertos en el tema aseguran que la clave está en mantener sana la flora intestinal, también conocida como microbiota intestinal. Es importante destacar que ninguna alimentación por sí sola va a evitar la infección ya sea de coronavirus o alguna otra enfermedad. Sino que las personas que lleven adelante una dieta equilibrada y una correcta hidratación tienden a ser más saludables y por lo tanto corren menos riesgo de padecer enfermedades crónicas o infecciosas.
EL SISTEMA INMUNE COMO TAL
El sistema inmune, lo sabemos, se encarga de protegernos de infecciones producidas por bacterias, virus y también parásitos. También tiene la función de vigilar y reducir la aparición de células con mutaciones y equilibrar internamente todo. Asimismo declararon los expertos en nutrición, que tener un sistema inmune que trabaje bien, podría ayudar a sacarle provecho a las vacunas aprobadas actualmente para contrarrestar los efectos del coronavirus.
Estaríamos ayudando a nuestro sistema inmunológico consumiendo vitamina D. Si bien la fuente principal es la exposición al sol, existen lácteos fortificados con esta vitamina y pescados grasos como: atún, caballa, salmón blanco, sardinas, truchas y huevos. La vitamina C y la A también influyen en esto, al igual que el Zinc.