Salud
El consumo de café se debate entre si hace bien o no a la salud
Es necesario conocer las ventajas y desventajas y además, cuál es la dosis recomendada.
Por costumbre, los argentinos consumen café diariamente en cualquiera de sus versiones. Su aroma y sabor genera en muchos la necesidad imperiosa de beberlo por la mañana, ahora bien, siempre está abierto el debate sobre si hace bien o mal a la salud humana. Para empezar es necesario recordar ese viejo mito que dice que el consumo en exceso de cualquier alimento, es de poco beneficio. Y esto bien podría aplicarse también al café.
Especialistas en café aseguran que si se consume molido y filtrado por uno mismo, y se trata de granos de excelente calidad, es mejor que los de origen instantáneo con agregados de conservantes y de azúcar. Al mismo tiempo rescatan que el café no se recomienda en pacientes que sufren de intestino irritable, acidez y de úlcera gastrointestinal, debido a que es bastante irritante de la mucosa gástrica. De igual manera, puede generar insomnio, cefaleas, efecto laxante e hipertensión arterial, entre otras complicaciones. Por lo tanto, hay que tener cuidado en personas con antecedentes.
No obstante, viene al caso también destacar sus beneficios. Su efecto antioxidante y antinflamatorio y su concentración de flavonoides, pueden destacarse entre las ventajas. Según un estudio, un café preparado al estilo griego o turco, filtrado y puro, tendría efectos beneficiosos a nivel vascular. En un trabajo reciente sobre el uso de café a dosis moderadas, su efecto cardiovascular resultó levemente beneficioso.
CUÁL ES LA DOSIS RECOMENDADA
Como se ha visto hasta aquí, hay factores positivos y negativos en el café. Eso depende mucho de la dosis, la calidad y la forma de preparación. Para resumir lo expuesto, el café, especialmente el molido por uno mismo y de buena calidad, puede proteger frente a ciertas enfermedades crónicas siempre y cuando se mantenga una vida saludable, se realice actividad física, se respeten las horas de sueño, haya reducción del estrés, conectividad social y eliminación de tóxicos como el tabaquismo y alcoholismo. Se observó que disminuye la mortalidad a largo plazo, la incidencia de diabetes tipo 2, Parkinson, Alzheimer, cirrosis, cáncer de próstata y de hígado, y depresión en mujeres.
En este sentido es necesario recomendar una dosis diaria recomendada no debe superar las cuatro tazas o los 400 miligramos. Si se ingiere más de esta cantidad, pueden aparecer cuadros de migraña, insomnio, nerviosismo, irritabilidad, agitación, micción frecuente o incapacidad para controlar las micciones, malestar estomacal, taquicardia y temblor muscular.