Espectáculos
«No puedo dormir», la polémica noche de Cinthia Fernández
La panelista de LAM tuvo un altercado a la madrugada.
Cinthia Fernández es conocida por ser panelista de LAM, pero también por todo el contenido que sube a sus redes sociales. La escultural morocha se ha convertido en una de las influencers del momento. Mientras sigue pasando el escándalo entre Wanda Nara y Mauro Icardi, cada una de las “angelitas” cuenta con detalles lo que sucede día a día, e incluso recibieron una cautelar de la China Suárez.
Más allá de la tensión de la pareja del momento y cómo LAM se ha convertido en uno de los programas más denunciados ahora, Cinthia Fernández tuvo un mal momento. Se encontraba en su propia casa cuando el miedo le jugó una mala pasada. Fue entonces que empezó a interactuar con sus seguidores en sus historias. La panelista trataba de buscar consuelo y compañía con quienes estaban despiertos.
La mala noche de Cinthia Fernández
La modelo y panelista casi que se mantuvo en vilo toda la noche, junto a la compañía virtual de sus seguidores de Instagram. Con su cara y su forma de hablar manifestaba un profundo miedo. “No puedo dormir. Estoy muy asustada”, comenzó contando en sus historias y preocupó a más de uno. Lo primero que hizo fue mostrar uno de los hámsters de sus hijas Charis, Bella y Francesca, el animalito no paraba de hacer ruido en su rueda.
En su seguidilla de historias la modelo de 33 años no sabía bien qué hacer y pedía consejos a sus seguidores. Pasó una muy mala noche y casi no pudo dormir. “Comencé a sentir mucho olor a quemado”, contaba mientras filmaba la habitación de sus hijas pequeñas durmiendo. Y agregó: “No saben lo c… que estoy. Me bajé el matafuego del auto”. Cinthia Fernández estaba segura de que se estaba por iniciar un incendio.
Tal fue así que otra de las cosas que hizo fue bajar la tensión de toda la casa. Además contó a todos que había decidido desarmar el transformador del servicio de cable del cuarto de sus hijas y así lo hizo. Mientras tanto continuaba con miedo y no sabía si pedir ayuda. “Bajé la térmica, estoy con el matafuego al lado, el transformador sulfato, el olor está muy fuerte. Que feo”, aseguraba pero por suerte sólo fue un susto.