Maru Botana, la influencer audaz que «incendió» las redes con un sugerente video: su aclaración

Hace unos meses atrás, Maru Botana, la cocinera servicial y dulce pateó el tablero y fue tendencia por un video que publicó a través de su cuenta de Instagram, despertando suspiros y varios comentarios de todo tipo pero sin duda se convirtió en una mujer audaz y atrevida. La cocinera de «rizos de oro», dejó boquiabierto a millones de usuarios de Instagram.

En el video se podía ver que la cocinera e influencer, con sus labios y lengua recorría un y otra vez un pedazo de hielo de una forma sugerente. Al cual sostenía con ambas manos. Fue tan grande la repercusión que Maru intentó sacarlas de circulación, pero ella le dio la orden de que las dejara donde estaban.

Como es propio de la farándula argentina, en muchos programas de la televisión argentina hablaron del «destape» de Maru Botana. Hablaron famosos, actrices, modelos, conductores, panelistas, especialistas como sicólogos, médicos y sexólogos. Habían hablado todos, menos ella, que lo hizo ahora en un reportaje que le concedió a Moskita Muerta, donde volvió a sorprender con algunas consideraciones.

El descargo

«Ese día me llamaron y me dijeron que era trending topic. Yo no lo podía creer, como tampoco podía creer el revuelo que se había armado» arrancó Maru, quien sin medias tintas ni dudas aseguró que “en Argentina los hombres están mal atendidos y las mujeres creían que yo era una monja», aseveró la incipiente influencer.

Para condimentar aun más Maru recordó que: «Era una cosa dura que no se derretía y eso me parecía divertido, por eso hice la historia. No podía creer cómo los hombres fantasearon tanto con eso, se ve que están faltos de atención o la atención que reciben no es buena, no sé”, manifestó, aunque enseguida aclaró que «No lo puedo creer, jamás lo hice con la idea de generar algo así».

Las repercusiones del video

«Me llamaba la atención el nivel de reacción que hubo. Me bajé del avión y me sacaban fotos, todos los hombres me miraban y yo me moría de vergüenza. Mis hijos se reían, uno me cargaba y el otro me retaba, la nena más inocente se reía de los memes, pero no los entendía”, finalizó.