Tras el suicidio de su madre, la reflexión de Santi Maratea: «El gran desafío para mí es respetarla»

Santi Maratea el influencer que se puso al hombro la campaña de Emmita, y consiguió en tiempo récord el dinero necesario para que la pequeña pueda hacer su tratamiento. Por este gran gesto, hoy es considerado como el «héroe» y gran referente en las campañas solidarias que se llevan a cabo en las redes sociales. No fue la primera acción solidaria que llevó pero sí tuvo el suficiente impacto mediático para saltar del universo de las redes sociales y pasar al de la televisión.

Tras las repercusiones que tuvo, Santi Maratea fue invitado a PH, Podemos Hablar, el programa que se convirtió en el clásico de las noches de Telefé. “Tenía muchas ganas de venir. Conozco el programa, lo veo por YouTube”, se expresó fiel a su origen en el mundo de las plataformas.

Junto a él se encontraban Nacha Guevara y Mercedes Funes, el periodista Marcelo Polino y el humorista Toti Ciliberto. Durante esa primera los cinco invitados se presentaron al segmento del “punto de encuentro”, espacio que permite dialogar de temas profundos como las relaciones con los padres y las conductas adictivas, descubriendo los costados cholulos de los famosos o las citas fallidas, hasta que llegó el momento del fuego y la cosa se puso mucho más emotiva.

El conductor Andy Kusnetzoff acercó la fogata al centro y pronunció la consigna: “Si tuvieran la máquina del tiempo y pudieran volver a un día por varias horas. ¿Qué día sería y qué harían?” el joven influencer esperó su turno y reveló su dura historia familiar vinculada a su madre, Mariana. “Iría a hablar con mi vieja, no porque me quedó algo para decir sino porque murió repentinamente y uno quiere unos cinco minutitos. Es como el que se va de una fiesta y no saluda”, se expresó.

Posterior hizo público lo que había contado en sus redes sociales pero que desconocían el resto de los invitados. “Mi mamá se suicidó, y eso es muy interesante, porque me obliga a incluir en el proceso de la muerte de una madre el respeto. Ella lo decidió, yo no lo entiendo, me dolió mucho, pero el gran desafío para mí es respetarla”, reconoció ante la atenta y conmovida mirada de los presentes.

Más suelto y tranquilo, Maratea como juzgaron la vida de su madre: “Yo siempre le dije: ‘Alejate de esa gente que es una mierda’, pero ella era igual, hablaba de los vecinos, como estaban vestidos”, indicó, luego agregó: “Tuve que hablar, estaba toda esta gente y yo decía ‘qué injustos, seguro ahora se van diciendo que mirá como terminó Mariana, que qué le habrá pasado’. Y yo la voy a seguir bancando hasta siempre”, enfatizó ajeno a la mirada del qué dirán.

Para finalizar Santi retomó la consigna que indicó Andy y precisó qué tipo de diálogo le gustaría tener con su madre en esa charla que quedó pendiente: “Si pudiera hablar con ella no le preguntaría por qué lo hizo. Hablaría como hablé siempre”, señaló buscando quitarle algo de dramatismo al momento y concluyó con una mirada hacia adelante: “Conocer te ayuda a respetar y a mí me gusta mucho pensar que un día voy a entender lo que pasó. Y va a ser muy sabio”.