La verdad detrás de la pelea entre Luis Miguel y su íntimo amigo, Alejandro Asensi

En su larga trayectoria, Luis Miguel tuvo muchas personas importantes que lo acompañaron y manejaron su carrera. Sin dudas, uno fue su padre, Luisito Rey que tras su muerte, fue reemplazado por Hugo López y también por su íntimo amigo, Alejandro Asensi. Este último es interpretado en la ficción de Netflix por el actor Fernando Guallar aunque no con el nombre que todos conocemos sino más bien como Mauricio Ambrosi, mananger y protector del artista. Sin embargo, la relación entre ambos se vio fracturada por varios motivos. Algunos, no fueron mencionados explícitamente en la propia serie biográfica.

En primer lugar, Asensi y Luismi entablaron su amistad cuando tenían seis años. En esa época, la familia Gallego Basteri se trasladó a Madrid, España y sus padres mantuvieron un estrecho vínculo. Los niños fueron compañeros de escuela y desde ese momento se volvieron grandes amigos y totalmente inseparables. Iban juntos a todos lados y con el tiempo, el español asumió la responsabilidad de representar al artista y ahí fue cuando sucedieron una serie de hechos que terminaron por fracturar la relación. Una de ellas, fue el acercamiento y romance que tuvo con Michelle Salas, hija del cantante, de apenas 18 años en ese momento.

En la ficción se puede apreciar cómo Mauricio comienza a tener un interés especial por la hija de Luis Miguel y comienza a protegerla, buscándola de una fiesta y prestándole un abrigo para cubrirla del frío. Esto no gustó demasiado al cantante puertorriqueño que empezó a estar alerta de estas señales. Tiempo después, surgió el rumor de que la hija adolescente se encontraba embarazada del representante de su papá, aunque fue desmentido rápidamente por ella misma. Sin embargo, eso fue la gota que terminó de rebalsar el vaso y que dejó atrás la amistad entre los dos hombres que ya venía con algunas fracturas.

Otra de las causas habría sido un manejo fraudulento de Alejandro Asensi en las finanzas de «El Sol de México». Dada su buena relación, ambos habrían creado una productora musical conocida como «Lion Enterprises» y al cabo de un tiempo, el intérprete de «La Bikina» comenzó a sospechar de que algo no anda bien por lo que solicitó una auditoría en paralelo a la idea de fundar su propio viñedo, uno de sus grandes deseos. Esta situación no agradó demasiado a su amigo y, tal como se mostró en la serie de la plataforma de películas más famosa, se quejó con él durante una charla informal que tuvieron una noche.

La vuelta de tuerca que le dieron en la ficción biográfica a esta situación no pasó desapercibida para los conocedores de esta historia. En este sentido, culparon de un mal manejo económico a un uruguayo llamado «José Pérez» que trabajaba con Asensi y que se negó a pagar un buen equipo musical que devino en el accidente del artista durante un concierto en Perú. En aquella ocasión, un cortocircuito afectó seriamente el oído de Luis Miguel que lo terminó alejando de los escenarios durante un largo tiempo y que le provocó una profunda depresión por la incertidumbre de no saber si podría volver a cantar o no.