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Atlético Tucumán | Bianchi fue la figura, pero otros dos la rompieron y se llevaron los aplausos de la hinchada
El Decano volvió al triunfo empujado por su gente.
Bruno Bianchi sale a la derecha y corta bien lejos del área. Llega una pelota frontal y de un frentazo la manda cerca del medio de la cancha. “Vamos, vamos, todos atentos”, les grita a sus compañeros en la defensa. Se entiende porque el Vasco lo pidió con tanta insistencia. Juega y ordena lo que en Atlético Tucumán era la peor falencia: la línea defensiva. Por eso es el jugador de la cancha, pero otros dos jugadores la rompieron y pasaron casi inadvertidos.
Antes de hablar de ellos vale la pena hacer un paréntesis para destacar a Federico Andrada, la novela de su compra se siguió de cerca por los decanos que lo esperaron con mucha expectativa y el delantero no defraudó. Mostró pinceladas de calidad, fue siempre a buscar la pelota y cuando el Decano, una vez más, no podía definir sus jugadas de gol, tras un rebote no se desesperó, en lugar de pegarle fuerte y que sea lo que Dios quiera, acomodó el botín y la mandó contra un palo. Gol del Deca, desahogo para todos.
Volviendo a los otros que la rompieron, Renzo Tesuri pica en punta. Un jugador que trajeron el año pasado y que fue suplente casi todo el campeonato surgió de entre las cenizas con el Vasco. Ya había mostrado destellos en los primeros partidos cuando le tocó entrar. Pero esta vez se movió de banda a banda y Patronato nunca pudo encontrarlo. Frutilla del postre pase gol para Carrera que terminó en una mala definición y gol de Andrada en el rebote.
El otro que la dejó chiquita fue José Alexis Doldan Aquino. Por su banda no pasa nadie si él está. No tiene tanta categoría a la hora de jugar con los pies, pero cumple y la entrega siempre redonda. La izquierda era un problemón para Atlético Tucumán. El Vasco lo resolvió. La banda izquierda dejó de ser la autopista de ataque de los rivales desde que pusieron al paraguayo.
Una de las mejores características del refuerzo decano es su compromiso a la hora de cubrir a los centrales que salen lejos. Cerrar en los centros es requisito sine qua non para ser lateral. Pero Atlético Tucumán nunca consiguió que Risso Patrón, mucho menos Orihuela, cubriera con solvencia la espalda de los centrales. El paraguayo llegó para consolidarse en el fútbol argentino, por este camino puede lograrlo.